miércoles, noviembre 02, 2005

Recuerdos del Colegio


Fui educado desde el ya añejo Primero de Básica hasta COU, en un único colegio de los denominados por aquella época "de curas". No quiero entrar en si su sistema educativo nos convertía en depravados sexuales o lo contrario, o si era mejor una educación laica o religiosa. Temas recurrentes por aquella época. Quiero centrarme en otros aspectos.

Yo no se la de veces que durante mi etapa escolar despotriqué, insulté y mandé a lugares de los más variopintos a los profesores de mi colegio y al propio Centro. Cuando no era porque "me habían" suspendido las dichosas matemáticas, aquel "cabrón" había castigado a no se quien por nada, aquel "HP" era un facha o un rojo o simplemente era un cabrón o una nenaza. El caso es que al igual que mis compañeros veteranos acabamos odiando el dichoso colegio.

No recuerdo bien que profesor fue, pero recuerdo perfectamente sus palabras tras una reprimenda colectiva por nuestro mal comportamiento: "Algún día echaréis de menos éste colegio y sus profesores". Desde luego en aquel momento nos reímos por dentro y juramos y perjuramos que eso nunca ocurriría. ¿Cómo podría ser eso posible?

Un buen día, cuando estaba en quinto de carrera, recibí una llamada del colegio en donde me pedían que impartiera, una pequeña charla, a aquellos intrépidos alumnos de COU que estaban dispuestos a comenzar la carrera que yo estaba terminando. Los denomino intrépidos porque aquella carrera era Historia, especialidad Arqueología. De golpe me vinieron todos aquellos recuerdos, los buenos y los malos....y sentí añoranza. No me lo podía creer. Tantos años hablando mal de ellos y ahora estaba cambiando de idea.

El día de la charla lo recuerdo como algo especial. Nos prepararon una merienda y allí aparecieron todos aquellos profesores que ahora no parecían tan fieros sino mucho más humanos e inteligentes de lo que creía. El reencuentro con las aulas, los pupitres y los rincones de aquel colegio en el que pasé tantas y tantas horas me emocionaron.

Una vez en casa y reflexionando sobre todo aquello tuve que meter la cabeza debajo del suelo, como las avestruces, y reconocer que aquel profesor que me dijo aquellas palabras era un sabio. Tenía razón, aquella etapa a pesar de los pesares fue maravillosa.

Todo esto viene a cuento porque acaban de publicar en el periódico, un listado con las notas obtenidas por todos los Colegios de Madrid, en un examen sorpresa que planteó el Ministerio de Educación hace unos meses. Mi colegio, mi tan odiado centro de reclusión por aquellos tiempos, ocupa el puesto nueve de los mil y pico Centros de Madrid. Obtiene un notable muy alto. Mis ojos no lo podían creer. ¡Mi Colegio está entre los 10 mejores de Madrid!

En definitiva, gracias Hermanos Maristas de Chamberí, y sobre todo enhorabuena porque a pesar de muchas discrepancias, continuáis formando personas, que en definitiva es lo que importa y lo que ahora me doy cuenta, sabéis hacer muy bien.

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