domingo, noviembre 13, 2005

Primer negativo (XX)



La sospecha se confirma. Era de esperar. El viernes mi mujer empezó a sangrar de forma habitual y los dolores eran los normales en un regla. Poco a poco se escapa el único rayo de esperanza que quedaba. El sábado compramos el Predictor con la idea de hacer la prueba ese mismo día pero por veinticuatro horas preferimos esperar hasta el domingo (16 días desde la transferencia) para conocer el resultado tal y como nos habían aconsejado en la Clínica.

Esta vez no hubo nervios, malas noches ni nada. El sábado salimos a cenar con unos amigos y el domingo nada más levantarse mi mujer, se hizo la prueba. Yo desayunaba tranquilamente en la cocina. Sabía perfectamente el desenlace. Negativo. No está embarazada.

A pesar de que lo sabía, a pesar de que las posibilidades la primera vez son bajas, a pesar de no querer ilusionarme, me siento bajo. Oscilo entre las ganas de llorar y la simple apatía. El día transcurre lento, serio y frío.

Son tantas las ilusiones que se ponen, que tratas de agarrarte a un clavo ardiendo. Necesitas algo que te haga seguir adelante, algo que te de esperanzas y cuando eso falla, aunque sabes que es muy probable, el mundo se te cae un poco encima.

Se que todo esto pasa. Mañana estaré mejor y en unos días será todo un recuerdo. Mi mujer, aunque optimista, hoy está un poco, sólo un poco mal. Ya piensa en el siguiente ciclo. Ojalá salga todo bien.

El día veintiuno de éste mes tenemos cita de nuevo, me imagino que para explicarnos el ciclo completo y ver las perspectivas para el siguiente.

Todo está siendo más duro que lo que creía, pero no hay que perder las esperanzas, eso nunca.



No hay comentarios: