domingo, octubre 23, 2005

Esperanzas (XII)


Acudimos a la cita en el hospital a las 11 de la mañana. Es la primera vez que vamos un domingo y lo primero que me sorprendió es que la clínica estaba llena de gente esperando su turno ¡ increíble !. Siempre tiendes a pensar que lo que a ti te ocurre es algo único, anómalo, diferente. Sin embargo es algo mucho más común de lo que pensamos. Hoy parece que todo va mucho mejor que el viernes. Parece ser que el añadir más dosis de gonal está surtiendo su efecto.

Una nueva doctora, y van cuatro desde que empezamos, nos dice que los ovocitos han crecido mucho desde el viernes y que ahora mi mujer tiene un total de ¡14!, cuando el viernes sólo tenía 9. Parece mentira lo que es la maquinaria humana. Se reitera en que la punción será el miércoles o jueves próximos y que la transferencia será el viernes o sábado próximos.

Mañana lunes hay que volver a la clínica a una nueva revisión ya que algunos ovocitos están muy desarrollados y quieren controlarlos día a día. Como novedad y por primera vez desde que empezamos, me recetó a mi un nuevo medicamento, Vizán. Se trata de unos polvitos que no tengo ni idea de para que son pero ya me enteraré. Lo que está claro es que no es una inyección. Menos mal, ya conocéis mis aprensiones a esos aparatitos.....me reitero....mi mujer es una héroe...una santa...tres pinchazos diarios y como si nada.

Ya nos íbamos cuando mi mujer me sorprende, una vez más, con una de sus preguntas que me puso colorado como un tomate y más nervioso que un flan.

- Doctora x, ¿podemos seguir manteniendo relaciones sexuales? es que ayer sábado tuvimos y no sabemos si es bueno o malo.

No sabía donde meterme. Llevaba un periódico en la mano y sentía como la tinta, al contacto del sudor de mis manos, transformaba el periódico en una orgía de colores. Yo creo que cojimos desprevenidos a la doctora......"Bueno, yo creo que como queda tan poco tiempo es mejor que no hagáis nada por si estropeamos algún ovocito"- respondió.

Salí pitando de la consulta y sin despedirme de la amable doctora. No dije nada a mi mujer, bastante tiene con lo suyo como para aguantar mis chorradas varoniles.

Sigo comentando lo de hace unos días, a parte de ligeros cambios de carácter, no parece que el tratamiento esté haciendo nada especial en el cuerpo y mente de mi mujer...menos mal.

Mañana más...

No hay comentarios: