martes, octubre 24, 2006

Letras que dan vida

Este fin de semana ha sido de locos. Ocho horas encerrados el sábado y el domingo acabamos los papeles a eso de las 1 de la mañana.

Este fin de semana estaba dedicado a nuestras cartas (dossier personal, certificado económico, carta del jefe, check list, etc.) y a poner en orden toda la documentación.

Una vez más han vuelto a brotar todos nuestros sentimientos. Las lágrimas, al tener que relatar por vigésima vez nuestra vida. Nuestros momentos buenos, nuestros momentos malos, y a poner aquí y allá pequeñas mentiras que ayudan a que nuestra carta de presentación tenga mejor presencia. Cuando has contado tu vida tantas veces y a tanta gente, llega un momento que ya no sabes que poner. No sabes si lo que pones está bien o mal, si lo que pones les gustará o no. ¿Será lo que quieren? Estas dudas te asaltan en cada letra, en cada palabra que escribes... tu hijo, nada más y nada menos que tu hijo, depende de letras... increíble.

Escribes y reescribes. Lo sometes a debate de tu mujer o tu marido, te enfadas con el contrario por poner tal o cual detalle, o por omitir tal o cual cosa. Sonríes, lloras, pero al final...vuelves a sonreír.

Nos abrazamos, nos besamos, nos miramos, sonreímos una vez más y diez minutos más tarde discutimos otra vez... así todo el fin d semana.

¿Por qué tengo que contar todo otra vez?- me repetía mi mujer desesperada... no tengo respuestas, pero ambos sabemos que es la única forma de alcanzar nuestro sueño. Un sueño imaginado desde hace muchos años, casi diría que desde que nos conocimos hace ahora más de 16 años... un sueño que gracias a las palabras, empieza a cobrar vida.

¿Habrá nacido ya?... una pregunta que antes no pensaba y que ahora me empiezo a preguntar. Quizá cuando dentro de unos días estemos en Manila visitando Orfanatos me lo cruce... ¿lo reconoceré? ¿Sabré que en un año o dos será mío? ... todo mío. Buuff

Se me agolpan las palabras y las ideas.

Pero lo peor llegó el domingo. Había que rellenar y acabar el check list. Queremos un niño sano. Y respondiendo a Paula le diré que los niños malitos lo tienen difícil. Seguro que en unos días podré contar más cosas de los niños malitos. Algunos, pocos, con mucha suerte también son adoptados, pero muchos, la mayoría seguirán en los orfanatos hasta... no se. Esta es una decisión muy difícil y para adoptar a niños "malitos" hay que quererlo de verdad, y nosotros, yo, no lo quiero para mí... lo siento, soy egoísta.

Volviendo al check list, entre lágrimas lo tiramos a la papelera y lo volvimos a rehacer tres veces.

"Lo he pensado mejor y no quiero un hijo con los dedos unidos"
"No quiero un hijo cojo"
"No quiero un hijo con Sida"
"Ni con síndrome de Down"
"Ni autista", de ninguno de los tres grados que nos proponían.
¿Fruto de violación? ¿O de incesto? ¿Padres drogadictos? ¿Borrachos? ¿Con trastornos mentales?...difícil muy difícil

De verdad, no os podéis hacer idea de lo que es hacer un test, en donde vas eligiendo, en donde vas tachando, en donde vas rechazando cosas, y de esas palabras, de esos rechazos, depende el futuro de tu hijo. ¿A cuántos posibles hijos míos estoy rechazando? ¿Estaré retrasando aún más mi espera por rechazar tantas cosas? Duele, duele hasta lo más profundo del corazón. Duele hasta llorar y reír sin sentido. Duele hasta replantearte todo... pero es necesario. Es necesario estar seguro de lo que uno acepta. Porque lo que acepta, será lo que nos den. Ni más ni menos.

Así uno tras otro, una repetición de negaciones que íbamos ampliando hasta el boceto final. Un
boceto que esboza un niño sano. Nuestro hijo. Una figura de barro que poco a poco empezará a cobrar vida. Primero en nuestras mentes y después de carne y hueso.

Después, las cartas de nuestros jefes, que evidentemente redactamos nosotros, si fuera por ellos... Ellos se limitan a estampar su firma en una carta que parece más bien una alegoría al buen y perfecto profesional que soy y que no me creo ni yo mismo.

¿Sabéis lo difícil que es escribir una carta de este tipo? Y el lunes entregársela a tú jefe y que sonría por las cosas que has puesto. Sonreír...que gracia me hace. Si supiera todo lo que hay detrás, no sonreiría. Se pondría serio y callaría.

Hoy martes, visita al Notario para que legalice todas nuestras firmas de todos los papeles. Otra persona más que lee nuestras vidas. Uno más de tantos, pero ya da igual. Una vez que empiezas todo esto hay que abrir el corazón y olvidarse de todo lo demás. El pobre notario debió de sudar la gota gorda. Cinco minutos de trabajo y 142 euros de nada por legalizarlo todo... suma y sigue.

Aunque parezca mentira estoy contento y feliz. Se acabó. Ya está todo nuestro expediente. Acabado. Ya sólo queda una última cita con nuestra Agencia, el próximo lunes para entregarles todo, pagar unos 3500 euros, para ir abriendo boca y esperar. Dicen que la espera es lo peor. La incertidumbre de no saber cuándo te van a llamar para decirte que tu hijo ya tiene rostro, nombre y forma. No lo sé. Ya veremos... ya lo veréis. Os lo prometo.

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