martes, octubre 10, 2006

El "Código da Vinci"



Hace un par de semana tuvo lugar en Madrid un acto cultural muy divertido. Se lo denominó "La noche en Blanco ". Un acto a nivel europeo al que se sumaba Madrid por primera vez. La cosa, la verdad prometía. Caía en sábado y desde las 9:30 de la noche hasta las 3-6 de la mañana la mayoría de museos, salas de exposición y centros culturales permanecerían abiertas. Además tendrían lugar cientos de actividades culturales por las calles, la Castellana cortada, etc... En definitiva, una maravilla. Por su puesto, todo o casi todo era "GRATIS". Una palabra que cada vez odio más ya que en grandes ciudades es sinónimo de incordio...como veréis.

Semanas antes nos preparamos para la gran noche. ¿Qué actividades habría? La cosa es fácil, entro en Google, tralará, tralará, tralará...

¿Qué pasa aquí? ¿El enlace no funciona?... Probaré mañana, el servidor estará caído.

Así permanecí durante dos semanas hasta el mismo día del acto en cuestión. Era sencillamente im-po-si-ble conectar con la página. Demasiadas visitas, dijeron al día siguiente. Yo más bien diría demasiada falta de previsión. Menos mal que los periódicos nos salvaron de aprieto y ese mismo día intentamos planificar nuestra noche mágica-cultural.

A eso de las ocho de la tarde mi media naranja se sintió mal. Me dejaba solito. Así que decidí concentrar mi "Noche en blanco" en una única actividad y volver pronto a casa. Entre cientos de actividades yo tenía la cosa muy clara. En la Biblioteca Nacional iban a exponer los dos únicos documentos auténticos de Leonardo Da Vinci que existen en España. Dos libros (Codex Madrid I y Codex Madrid II) repletos de dibujos y anotaciones del genial humanista. Era además la tercera vez que se exponían al público desde 1800 y sólo sería durante esas 3-6 horas. En definitiva, todo empezaba a las 9:30, y calculaba que como mucho a las 10:30 estaba en casa. Ver dos libros no me llevaría más de 15 minutos. Además, la Biblioteca Nacional está al lado de casa, o sea que.... (Que inocente soy).



El caso es que me planté en las inmediaciones de la Biblioteca a eso de las 9 de la noche. No daba crédito a mis ojos. Cientos, miles de personas habían tomado al asalto la Castellana y paseaban arriba y abajo viendo todas las cosas que habían montado para la ocasión. Casi lloraba de emoción. ¿La gente disfrutando con la cultura? ¿Sin fútbol? ¿Sin deporte de por medio? ¿Estamos en España? Evidentemente la palabra "gratis" obró milagros.

El caso es que empecé a temer lo peor y comencé a acelerar el paso. La Biblioteca empezó a aparecer ante mis ojos y mis peores pesadillas se hicieron realidad. Había una cola grande, inmensa, pero sobre todo, desproporcionada. ¿Todo esto para ver dos míseros libros? Entonces si que me saltaron las lágrimas de emoción. ¿Un país como este que no lee? ¿Estarían aquí todos los lectores de Madrid haciendo cola?

Me puse a recorrer la serpenteante cola en sentido inverso, hasta el final. Estaba aproximadamente a unos 200 metros de la puerta de entrada. Poca cosa, pensé. La gente no paraba de llegar y ponerse detrás de mí.

- ¿Es aquí para la exposición?

Preguntaba la gente a medida que se incorporaba a la cola a quien tenía delante.

¿Exposición? ¿Qué exposición? Me preguntaba yo....¿Dos libros una exposición?

Empecé a darme cuenta que la gente se ponía a la cola por ponerse, sin saber muy bien que era lo que iban a ver, la cuestión es que era gratis. Cada vez estoy más convencido que este proceder es un mal endémico de España.

El caso es que dieron las 9:30 de la noche, tiraron fuegos artificiales y...nada, no ocurría nada. La cola no avanzaba. Cada 15-20 minutos entraban ¡10 personas! ¿Habrán visto la cola que hay? ¿Por qué no aceleran? El caso es que estaba totalmente decidido a aguantar lo que hiciera falta. Una ocasión como esta no se podía dejar pasar.

El tiempo empezó a pasar, las 10, las 10:30 (llamada a casa para decir que resistiría hasta el final), las 11 (no siento las piernas), las 11:30 (estoy hasta las narices, pero para burro, yo), las 12 (no puedo más pero estoy casi llegando...)

En este punto, las 12 de la noche, miraba hacia atrás y veía una cola inmensa que sabía que NUNCA llegarían a ver los "dichosos" libros. Compadecí a los guardias jurados en el momento en que tuvieran que rechazar a toda esa cantidad de gente que estaba esperando.

Después de tres horas en una cola acabas intimidando con todo el mundo a tu alrededor, y en todos se nos dibujaba una expresión de triunfo ante la inminente entrada a la "exposición".

Como estaba muy cerca de la puerta, la gente se acercaba y nos preguntaba lo normal en estos casos:

- ¿Esta cola para qué es?
-¿Se ve también la Biblioteca?
-¿Cuánto lleváis esperando?

Pero para lo que no estaba yo preparado era para la siguiente pregunta. Objeto del post y de la realidad cultura española. Siete personas, sí, siete, se me acercaron a mí y me preguntaron:

- ¿Es ésta la cola para la exposición del Código da Vinci?

- ¡¡¡¡¡¡Que!!!!!!....

A la primera persona que me lo preguntó, le expliqué lo que se veía. Cara de decepción y ¡sorpresa! abandono de la cola de 3 personas detrás de mí. No daba crédito. La segunda persona le expliqué lo mismo y ella se encargó de ir divulgándolo por detrás y una auténtica avalancha de gente abandonó la fila. A partir de la tercera persona y ante la imposibilidad de ir contracorriente les dije que sí, que efectivamente, ésta era la exposición del "Código da Vinci".



Entonces comprendí que buena parte de esa inmensa fila (la más grande que he visto en mi vida) estaba formada por gente que quería ver ¿El Código da Vinci?... ¿Qué envenenamiento mental nos han hecho?¿Es bueno leer todo? ¿Sea lo que sea? Entonces sí tenía ganas de llorar, pero de indignación. Toda la alegría de ver a tanta gente reunida ante dos simples libros se transformó en decepción.

La "exposición" no me decepcionó. Una sala de 3 metros cuadrados con dos libros abiertos en las páginas que ilustran este post. Una letra minuciosa, preciosista, exquisita y unos dibujos detallados, verdaderas obras de arte. Y NADA MÁS. Un pequeño cartel explicaba ligeramente lo que eran esos dos libros y punto final. En cinco minutos salía de la Biblioteca.

Evito hacer comentarios sobre lo que la mayoría de la gente opinaba al salir de la "exposición". Lo más leve que decían era "tomadura de pelo". Otros con seudo aire intelectual salían sonriendo pero por dentro se les veía que maldecían a todos los dioses. Yo salí contento, era lo que esperaba, pero decepcionado. Aún queda un largo camino de difusión cultural en nuestro país.

La noche en blanco fue un éxito de público, pero creo que un fracaso organizativo. ¿Qué vió la gente?¿Salió satisfecha?¿Entendió lo que vió o su importancia? son preguntas que deberían hacerse el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid y que espero que sean contestadas en la siguiente "Noche en Blanco".



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