A veces sentimos que la capacidad de amar tiene sus límites.
Que maravilloso es descubrir que lo que pensábamos se supera fácilmente con una sonrisa; un cambio apenas perceptible que nos hace superar una nueva barrera en el eterno rito del amor.
Gracias. Gracias por tres años de amor, de sonrisas, de enfados y de reconciliaciones. Gracias por estar donde debes de estar. Gracias por hacerme sentir cada día más cerca de ti. Gracias por ser como eres. Gracias por amarme...
Te quiero
miércoles, mayo 11, 2005
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