lunes, septiembre 18, 2006

¿Por qué yo?


A veces, sólo a veces, me pregunto ¿Por qué yo?

Ayer tuvimos el bautizo de la hija de unos de nuestros mejores amigos. Mirara por donde mirara solo veía parejas jóvenes rodeadas de niños. Había de todo, niños simpáticos, tímidos, guapos, feos, alegres, tristres, educadísimos, mal educados, pero todos en algún momento de la tarde acudían a los brazos de sus padres.

Yo en una esquina me preguntaba, ¿Y por qué yo no puedo? ¿Por qué?

Todos o casi todos conocían allí nuestra lucha y nuestros problemas para tener hijos, pero nadie preguntó. Hay momentos que necesito convencerme a mi mismo de que todo va a ir bien, que algún día seré padre de una forma u otra, pero a veces se hace duro.

Todavía queda mucho, mucho tiempo para que ese momento se haga realidad. Para que tenga un niño que me de la lata hasta la saciedad, que no me deje en paz, que dependa de mi, que le cuide, que le mime y que le quiera, es lo único que alivia.

El camino de la adopción es esto, subidas y bajadas, lágrimas y alegrías, penas y glorias a las que uno nunca está del todo preparado.

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