miércoles, agosto 09, 2006

Cambios



* No tengo apenas tiempo

- Que síiiiiiiiiiiiiiiiiii.......que ya lo seeee............que sino escribes pierdes práctica y luego cuesta más engancharte.

* Pero es que no se que poner.

- ¡¡¡ Anda ya !!!, no seas ridículo, siempre pasan cosas y se que tienes muchas en el tintero.

* Que no me da la vida para más....

- ¡¡¡ No te creo!!!

Todas estas disquisiciones filosóficas se me pasan por la cabeza todos los días que no escribo o actualizo las páginas. El resultado, ya lo veis... tengo que escribir. Como ya dije alguna vez es una necesidad, pero cuesta arrancar cuando uno lo deja. Es como el temor al folio en blanco de los escritores o la pereza de emprender algo que requiere un esfuerzo físico o mental. Cuesta... pero hay que hacerlo. Se que después lo agradezco y me siento satisfecho pero por el momento...

Después de esta autojustificación por estar tanto tiempo sin escribir, paso a concretar porque no he actualizado al pobre autómata.

1.- Como dije hace ya no se cuanto tiempo, he creado con otra persona un blog para ayudar a todas las familias que quieren adoptar niños en Filipinas. Una cosa lleva a la otra, y claro la página ha ido creciendo mucho. Tiene más contenidos de los que imaginé en un principio y más trabajo del que soñé. Suena a reproche, siempre me pasa, pero en el fondo estoy encantado. Me siento muy satisfecho con el trabajo que estamos realizando y algún que otro correo que recibo dándonos las gracias, compensa todo el esfuerzo. La página se llama Tulay (significa, puente en Tagalo) y como ésta, espero que pasen los años por ellas y que crezcan y crezcan.

2.- Cambio de oficina. El odiado, el olvidado, el no deseado, el innombrable día llegó el 31 de julio. Aquel día fue el primero de una nueva vida. Se me acabaron las comidas caseras, el ver a mi mujer a la hora de comer y el llegar en 20 minutos a casa. Ahora comprendo perfectamente el significado de la frasecita que dice algo como: "No aprecias lo que tienes hasta que te falta". Evidentemente no apreciaba ver a mi mujer todos los días del año al mediodía. Compartir con ella miradas, ilusiones, carreras y también enfados... y lo echo de menos. Desde que nos casamos, hace ya más de cuatro años, podría contar con los dedos de la mano los días que habíamos comiddo solos, cada uno por su lado.

Siempre se acaba uno habituando, y consolándose al decir que era un afortunado, que ya nadie puede hacer eso en Madrid. Me importa bien poco todo eso. Me resulta chocante que teniendo como tengo, dos horas para comer no pueda ir a mi casa porque tardo demasiado y no me daría tiempo. Y luego me dicen que Madrid es estupendo, maravilloso, que tiene una calidad de vida estupenda.

Ahora sólo pienso que a partir del 15 de septiembre tardaré más de una hora en llegar a casa. Y eso que la oficina no creo que esté a más de 10 kilómetros de Madrid.

La verdad es que no se que tiene que ver este cambio con que no haya escrito durante estos meses, pero era algo que necesitaba contar y aplicar a todo lo negativo que me ocurre en estos momentos.

(bueno ya está.....que bien me he quedado)

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