jueves, octubre 09, 2008

La asignación



Miércoles, 17 de Octubre de 2007. Como tengo la mañana un poco liada, decido llamara a la agencia de Adopción por la tarde para enterarme de lo que pasa. Voy a comer como cada día al restaurante de comida rápida que consigue que en apenas 30 minutos yo y otras 80 mesas más devoremos dos platos de comida pan y postre (sin comentarios... cosas del ajetreo de Madrid). Cuando regreso a la oficina hacia las 4 miro el móvil y me quedo de piedra.

Dos llamadas perdidas, a las 15:38 y las 15:45 de la Agencia de Adopción. ¿Qué puede estar ocurriendo? Mi corazón se acelera. Tiene que ser, tiene que ser, no puede ser otra cosa. Nunca me han llamado dos veces y encima desde los móviles de la Directora de la agencia y otra del otro móvil de la Agencia. Estos teléfonos nunca los usan para temas rutinarios.

Me refugio en una sala de reuniones de la oficina y marco el número del teléfono móvil de la Agencia. No quiero dar la lata directamente a la Directora. Me encuentro nervioso, con un poco de miedo, impaciente pero sobre todo preocupado. No quiero que vuelva a ocurrir lo de hace unos cuantos meses.

Me coge el teléfono directamente la Directora de la Agencia. Son las 16:12.

- ¿B.?- pregunto con sorpresa al observar que es la propia directora la que contesta.

Ella reconoce mi voz al instante y pronunció apenas dos palabras que me dejaron totalmente descolocado pero, a diferencia del momento en que escribo todo esto en que me encuentro totalmente emocionado, en aquel momento me produjeron una completa tranquilidad y una enorme alegría:

- ¡Hola papis! - me dijo.

- ¿Hola papis? - le digo yo a ella. Sólo escucho risitas y más risitas al otro lado del teléfono. Se que para ellos cada nueva asignación es también una fuente de alegría y se recrean en explorar las reacciones de los padres, y juegan con sus palabras y con nuestras reacciones porque saben que el gran momento ha llegado y ya nada importa.

Me pongo nervioso y comienzo a dar vueltas alrededor de la mesa que llena la sala de juntas (Tiene que ser, tiene ser ser. Me repito una y mil veces).

- ¿Dónde os metéis? Hemos llamado a Isabel, luego a tí y nada ¡nadie contesta!...Me dice B.

Mis nervios ya no pueden más. Tiene que ser, no puede ser otra cosa.

- ¿Qué pasa Blanca? ¿Ya? le digo con nervios y miedo a la vez.

Pasan los segundos que parecen horas y sólo escucho risitas de fondo (¡yo la mato!).

- ¿Estáis los dos juntos? ¿está por ahí Isabel? - me dice Blanca.

(De finitivamente tiene que ser, no queda otra posibilidad). No, estoy yo solo, estoy en el trabajo, le respondo.

- Bueeeeno.....- me dice.

- Blanca eres una puñetera, ¡ suéltalo ya ! le digo en un tono de desesperación.

Risas y más risas de fondo - Pues la verdad es que no pensaba que fuera a ser tan rápido, pero hoy leyendo los correos había uno para vosotros- me dice.

- ¡Sigue! - le dije...

- Ya tenéis asignación.

- ¿Cómo? - A medida que decía esta palabra comencé a girar más y más deprisa alrededor de la mesa, pero de mi cara no brotó ni una sola lágrima.Ni una. Una gran emoción, algo forzada la verdad. Sentía como si una gran losa me hubiera caído encima. Estaba planchado, calmado. Como cuando terminas un gran proyecto y en el mismo instante en que lo acabas te dices a tí mismo, ¡por fin! ¡ya está acabado! Nunca pensé que fuera a ser así. Estaba en paz, satisfecho y en contra de lo que pensaba, muy tranquilo.

Hemos vivido tan intensamente todo el proceso, cada día y cada noche, cada llamada desesperada a Filipinas, cada asignación de muchas otras familias, cada duda, cada sufrimiento de muchas familias que esperan... que esta noticia ha sido como una liberación, un paso más, el más decisivo, pero sin dramatismo, con tranquilidad. Me imaginaba pegando saltos de alegría, gritando, contándolo a los compañeros del trabajo, excitado... pero al final todo ha sido mucho menos "peliculero" y mucho más íntimo y personal.

- Y ¿Qué es? -le pregunté a B. - Un niño - me dijo.

Un niño,un niño, repetía esas palabras con alegría y a la vez con cierta decepción porque lo que nosotros deseábamos era una niña (hoy día, casi un año después de todo esto, no cambiaría a mi hijo por nada ni nadie del mundo).

- Y ¿Qué edad tiene? - Un "añito", me dijo. -Y encima tiene nombre español, es algo muy muy raro. Se llama Rodrigo, como mi hijo mayor-

- ¡ Y muy asturiano! le contesté yo entre risas. En un primer momento el nombre me encantó. Esperaba un nombre indígena, o americano, o mezcla de los dos (lo habitual en Filipinas), pero nunca un nombre español. Si hubiera sido un nombre desconocido en España el cambio no me hubiera supuesto ningún quebradero de cabeza, pero "Rodrigo"....más español, imposible.

En cualquier caso yo siempre he querido que mi hijo llevara mi nombre, Enrique. El nombre que también puso mi bisabuelo a su primogénito, mi abuelo. Éste a su primogénito, mi padre. Y mi padre a mí. Es una tradición que pesa ya demasiado y que yo no puedo romper. Quiero que ese niño se una a mi familia totalmente, que nunca se sienta descolocado o desubicado o ajeno a nosotros.

- ¿Cuándo podéis venir a ver su expediente?-

- ¡Esta misma tarde!- respondo inmediatamente.

Las asignaciones llegan en primer lugar a las Agencias, pero supuestamente todavía no podemos ver su expediente ni su foto. Primero debe pasar por la Comunidad de Madrid y ellos deben comunicar oficialmente la asignación. Pero desde la Agencia nos dicen que si por casualidad nosotros vemos el expediente abierto sobre una mesa vacía, cuando nadie mire... (ejem, ejem)...(¡son geniales!)

No pierdo ni un minuto y tras despedirme de B. llamo a mi mujer y repito la misma historia que B. me contó a mí.

- ¡Hola mamá!

- ¿Cómo que hola mamá? -me dijo- ¿sabes algo? te he llamado, tengo dos llamadas perdidas de la Agencia...

- ¡Hola mamá!, le repito una vez más y con una sonrisa de oreja a oreja.

- ¿Siii? ¿Yaaa?

Ella no pudo contenerse e imaginé su rostro bañado por un océano de lágrimas y una sonrisa sincera que llenaría de luz su oficina. Totalmente emocionada, tranquila, satisfecha y como yo disfrutando del gran momento.

La gran pesadilla de la espera había concluido.

"Ya tenéis asignación".Todavía hoy, un año después, resuenan en mi cabeza esas palabras y me producen una gran emoción. Una sensación de paz y de culminación que nunca olvidaré.


jueves, septiembre 25, 2008

Una pequeña historia de amor



Así quisiera pasar el resto de mis días ... a tu lado.







martes, octubre 16, 2007

La cuenta atrás


Martes, 16 de octubre de 2007. Hacia las 4 de la tarde la directora de nuestra agencia de adopción llamó a mi mujer. A parte de comentarle varios proyectos en los que quería que colaboráramos (unas jornadas profesionales sobre adopción y una cena con gente del gobierno filipino el día 22 de noviembre) le comunicó que nuestra asignación estaba cerca.

¿Cómo que cerca?

Sí, mujer, que ya no queda nada - le dijo entre risitas.

Le comentaron a mi mujer que habían estado en Filipinas en septiembre y habían hablado de nuestro caso a las autoridades de allí. La directora veía muy dispuesta a las autoridades de allí a asignarnos cuanto antes un niño. Y eso fue todo.

Aquella noche apenas dormimos.

¿No le preguntaste de cuanto tiempo estábamos hablando? ¿Un mes? ¿Semanas?, le pregunté a mi mujer.

La noticia le había cogido tan desprevenida que no se le ocurrió preguntar nada. Al día siguiente llamaría yo a la directora para ver si le sacaba más información. está claro que sabía más de lo que me decía. Eso era evidente.

Nuestra indiferencia por la adopción se transformó, una vez más, en alegría incontenible. Rápidamente se dibujaron en nuestras caras una sonrisa de oreja a oreja que ya nadie nos podría borrar.

Nuestras mentes comenzaron a volar y en nuestros sueños siempre había la figura de un niño pequeño sin rostro. Estaba claro que el momento de acercaba.

El corazón se agitaba y ya no pararía hasta que la asignación se hubiera producido... Pum Pum




lunes, octubre 08, 2007

Nervios

Hasta ahora habíamos estado tranquilos. Después del tropezón de mayo-junio nuestro espíritu se serenó definitivamente. Durante el mes de junio abrimos nuevamente otra puerta, el último cartucho de acelerar el proceso, pero la cerramos de un portazo y enfadados.

De esta apertura de puerta no puedo, ni debo, ni quiero contar nada, de momento. Implicaría a demasiada gente. El caso es que algo que tenía toda la pinta de ser legal se convirtió en algo totalmente ilegal y digno de una película de suspense. Está claro que tengo que escribir un libro de todo esto. Del lado oscuro de la adopción.

No nos alteró demasiado. La serenidad volvió de inmediato. Desde entonces no hemos sentido la adopción como algo alegre. Lo hemos sentido con una simple y llana pasividad. Un cúmulo de ganas de que todo termine de una santa vez. Pérdida de interés. Pérdida de emoción. En definitiva, desencanto.

Se que toda esta actitud es totalmente normal. Forma parte del embarazo de "elefante" que estamos sufriendo y que cuando llegue nuestra asignación se olvidará todo. Esta actitud duró hasta hace pocos días.

Hace unas dos, tres semanas todo empezó a cambiar. Nos están llegando "señales de humo" de Filipinas que nos indican que el momento se acerca.

Llamamos aproximadamente una vez al mes al Ministerio filipino encargado de las adopciones. Tenéis 30 delante, tenéis 15 delante y hoy mismo nos han dicho que la cifra que tenemos delante es "insignificante". Nos aseguran que la asignación llegará antes de Navidad. Había en sus voces una serie de "risitas" que nos anuncian que el momento está cerca.

No quiero ilusionarme, pero es inevitable. No quiero pensar en ello, pero es inevitable. Quiero olvidarme del tema, pero no puedo. A pesar de todo hay que mantenerse en calma. Somos unos privilegiados. Apenas 9 meses en lista de espera no es nada (los hacemos el 25 de Octubre). Para una familia española, no me cansaré de repetirlo, serían cerca de 2 años. Nosotros, como ya he dicho muchas veces, tenemos la fortuna de ser un matrimonio mixto y al menos para ésto sirve y mucho.

Una semana, dos, cuatro, un mes, dudo que quede mucho más. Los nervios han vuelto a aparecer. Los sueños con niños empiezan a inundar mi cabeza.....y esta vez puedo decir que es la definitiva.

domingo, octubre 07, 2007

Comunidad Tulay



Se que no escribo nada. Se que mucho menos de lo que me gustaría, pero mi otro Blog me absorbe cada día más... y estoy encantado.

Comunidad Tulay se ha convertido en mi válvula de escape. Aunque es una página sobre adopción en Filipinas, curiosamente me ayuda a no pensar en "nuestro hijo". Contestar y ayudar a cientos de personas con las que me comunico me da una satisfacción personal que difícilmente puede explicarse. Cada día atiendo voces de socorro, de angustia y de preocupación de muchas familias que han pasado o están pasando lo mismo que nosotros o cosas mucho peores. Cada día me siento más alejado de mi trabajo y más cercano a las personas.

Oir sus palabras de agradecimiento son la mejor recompensa que podría esperar.



viernes, julio 27, 2007

El cuarto



El origen


Hace aproximadamente una semana nos llamaron de la tienda:

- Ya están los muebles ¿cuándo los mandamos?

¡¡¡Ya están!!!!!!!

La verdad es que fue una emoción enorme. Nos dijeron que tardarían como unos 3 meses. Que antes de Octubre no estarían.

Los muebles los encargamos un par de semanas después de nuestra gran crisis del mensaje anterior. Cuando llegué aquel día a mi casa me encontré a mi mujer llorando y metida en la cama a las 7 de la tarde. Fue uno de los días más duros que he vivido. Ese día me tocó hacer "de fuerte", aunque por dentro estaba destrozado.

Como ya me olía el percal, compré un ramo de flores, me enfundé en mi sonrisa más sincera y así me presenté delante de ella.

No pasa nada, ya verás como pronto nos asignan a nuestro hijo, ya lo verás. ¿Si quieres podemos ir mirando muebles? ¡Tú estás loco! me dijo, pero una leve sonrisa me indicó que iba por el buen camino. Sus lágrimas dejaron de caer por su rostro y poco a poco transformamos una profunda decepción y tristeza en una nueva ilusión por llenar poco a poco el vacío que dejó ese niño perdido.

Los siguientes fines de semana los dedicamos a mirar una y mil tiendas, a medir la habitación y a pensar como sería el cuarto de nuestro futuro hijo. Al final el 23 de junio nos decidimos por la tienda y por los muebles y así quedaron encargados. Todo ese tiempo sirvió para cicatrizar esa herida abierta por la pérdida de una niña que ya sentíamos como nuestra, pero la vida es así, a veces fácil y a veces muy difícil.

Mi mujer ahora está perfecta. Yo sin embargo desde aquel día no he podido dormir bien. No estoy nervioso, no estoy obsesionado con el tema, pero no consigo dormir. Afortunadamente los consejos de una buena amiga y unas cuantas pastillas surtieron efecto. Me imagino que cuando comiencen mis vacaciones a mediados del mes que viene, todo se olvidará poco a poco y recupere mi ritmo normal de sueño, pero por ahora la cosa es muy diferente. Es curioso como tus pensamientos más profundos van por un lado y tu cuerpo por otro. Sueño con niños, con pérdidas, con dolor y a veces con un niño alegre que me mira a los ojos.

Durante este tiempo abrimos otra ventana, otra posibilidad para agilizar todo, pero se cerró de golpe, con fuerza y sin ninguna posibilidad. No nos rendimos. Esa puerta la habíamos abierto por la vía legal, cosa que parece que no les gustó. A su vez ellos nos propusieron algo totalmente ilegal, escandaloso y que me guardo para mí. Cerramos la ventana inmediatamente y asunto olvidado. Seguimos y seguiremos intentándolo cuantas veces sean necesarias....cosas de tratar con un país del tercer mundo.... y cosas de conocer gente allí.

Las subidas y bajadas de carácter se suceden cada vez con más frecuencia, por cualquier cosa, por cualquier motivo, pero nuestro amor, nuestras fuerzas son tan pesadas y tan constantes como esos cambios de temperamento.

¿Cuánto nos queda? No sabemos. Si todo va bien antes de navidades tendremos noticias, pero ¿Cuánto tiempo antes?....ni idea.

El pasado fin de semana lo dedicamos a desmontar la habitación que durante cerca de 5 años fue nuestro estudio, nuestra cueva de pensar, nuestra sala de ordenadores. Fue un trabajo agotador. Parece mentira la cantidad de "mierda" que se acumula en tan sólo 5 años.


Nuestra vida, nuestra Historia... por los suelos

Cuando dejamos la habitación vacía recuperó el viejo eco que tenía toda la casa cuando llegamos. Fue un momento emocionante.


El vacío

Ayer jueves llegaron los muebles por la mañana. Yo estaba en la oficina. Pasé todo el día pensando en como quedarían. Cuando llegué a eso de las 8 no había nadie en casa, pasé a la habitación y una vez más me emocioné. ¡¡¡Estaba preciosa!!! Aunque todavía queda mucho por colocar, comprar, pintar y añadir, la esencia ya estaba ahí. La impronta de lo que será algún día ya está. Sólo falta lo más importante, un pequeño detalle de nada.... nuestro hijo.


El resultado



Me enamoré de esta mesa, escritorio, pizarra, atril todo en uno... nadie sabe las ganas que tengo de usarlo de una santa vez....


viernes, junio 01, 2007

Día "D".....Hora "H"



* 9:21 de la mañana. Al final dormí mejor de lo que esperaba. Isabel se despertó a las 4 de la mañana y ya no pudo dormir. Ahora mismo estoy histérico, nervioso, miro al teléfono cada 2 segundos en busca de una señal que de momento no llega.

* 10:36:......seguimos sin noticias. Son las 16:36 en Manila......ya estarán con ella...

* 11:28: .....sin noticias. Son las 17:28 en Manila.......

* 11:43: .....al final.....no pudo ser.....no era para nosotros. Los informes médicos han sido contundentes. La niña está mal, al borde de la deficiencia y dudan que pueda alcanzar si quiera ir a la escuela....Evidentemente la decisión está tomada y ya hemos llamado a la Agencia pra decirlo.

Ahora viene lo duro, los remordimientos por decir que no, que queremos un niño sano. Un niño que al menos a priori sea normal. Lo siento por ese pequeño ángel filipino. Al menos ya tiene un informe médico completo y exacto y la familia que finalmente la adopte sepa a que atenerse.

Una total y absoluta decepción....

Ahora a esperar nuestra verdadera asignación que no creemos que tarde mucho en llegar...

Isabel está destrozada y muy muy enfadada... que difícil está siendo todo esto.